El 11 de septiembre de 2001, las dos torres gemelas del World Trade Center de Nueva York se convirtieros en un enorme y cancerígeno montón de escombros que todavía sigue matando a la gente.
Actualmente, y surgiendo de esos escombros, se levanta un rascacielos con la tecnología verde más avanzada nunca antes acometida a esa escala.
La certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) es un reconocimiento internacional desarrollado por el U.S. Green Building Council que confirma que un edificio ha sido diseñado y construido con el objetivo de ahorrar energía, agua, emisiones de CO2, mejorar la calidad ambiental y la inteligencia en la gestión de los recursos.
Para el nuevo complejo del WTC se ha concedido una certificación LEED Oro (la segunda mejor por debajo del Platino) por lo que cumple una serie de requisitos, entre los que se incluye un logro de cero emisiones de CO2 para el consumo eléctrico base del edificio y una reducción del 20% del consumo energético de todo el complejo, por debajo de la media establecida en el código de edificación del estado de Nueva York.
Una de las estrategias empleadas para el ahorro energético ha sido la utilización de la iluminación natural. Si entra suficiente luz diurna, la iluminación artificial se reduce o simplemente se apaga. Esta práctica beneficia no solo al consumo del nuevo complejo, sino a las personas que lo habitan, incrementando la productividad y mejorando su salud. Cuando no hay luz natural, el WTC utiliza varias pilas de combustible de hidrógeno con una potencia de 1,2 MW para producir electricidad.
La calidad del aire se controla mediante 3.000 sensores que monitorizan el nivel de CO2 en cada área, bombeando inmediatamente aire fresco, en el caso de un aumento significativo de los niveles mínimos establecidos. También se reducirá el tráfico de vehículos de motor en la zona, potenciando el transporte público y el uso de bicicletas.
En Nueva York llueve bastante, en torno a 152 cm/año, ocupando el segundo lugar después de Miami. En lugar de desviar y desaprovechar ese agua de lluvia, el WTC la acumulará en aljibes y la reutilizará para el riego de los 16 acres de zonas verde. Además, se bombearán 113.000 litros de agua del río Hudson cada minuto para llenar más de 10.000 cisternas de los WC y se utilizará la temperatura casi constante del agua (entre 5 y 10 grados centígrados) para reducir el consumo de 2.500 aparatos de aire acondicionado.
Por último, el 75% de los materiales de que se compone el edificio provienen del reciclaje y el 80% de la basura que genere será posible reciclarla. Reducir, reciclar y reutilizar es también la norma en el nuevo WTC.
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