solución a la paradoja de Jevons


La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica.

El pico del petróleo marca el momento a partir del cual ya no podemos obtener el petróleo ni la energía que procede del mismo de forma creciente. El impacto que tiene sobre la economía es fácil de deducir teniendo en cuenta su importancia estratégica: si nuestro modelo necesita obtener energía de forma creciente, el pico de esa energía, marca inevitablemente el fin del crecimiento económico. Pero veamos el papel que representa la eficiencia en este proceso.

El sistema dispone de energía para crecer y elige crecer: El excedente de la energía liberada por la eficiencia se emplea en crecer. Pero un sistema mas grande necesita mayor energía de mantenimiento, con lo que la energía total consumida aumenta en el siguiente ciclo. 

Paradoja de Jevons.

El sistema no dispone de energía para crecer pero puede mantenerse (pico de la energía neta): El pico de la energía define el momento en que el sistema no puede obtener energía de forma creciente. Así, el sistema podría crecer limitadamente solo a costa de la eficiencia.
El sistema ya no dispone de energía suficiente para crecer ni mantenerse: La ganancia en eficiencia solo puede convertirse en crecimiento si antes ha cubierto los costes de mantenimiento. Cuando esta condición no se cumple el sistema entra en fase de colapso y degradación. Momento en el que se encuentra actualmente España, Europa y el mundo, si prescindimos de manipulaciones estadísticas. La realidad es mucho mas compleja porque no tenemos una sola fuente de energía, sino varias y se encuentran interrelacionadas. Porque no estamos ante un sistema simple sino ante una gran cantidad de sistemas y susbsistemas abiertos. Pero las leyes de la termodinámica son inmunes a la complejidad de los sistemas. Entonces ocurre, que si en un sistema seguimos manteniendo el crecimiento económico como objetivo en sí mismo, este solo puede producirse a costa de acelerar el decrecimiento de otros, entrando en una espiral de canibalismo sistémico donde hoy somos comensales y mañana menú, hasta que no queden comensales o al menú le salgan los dientes, se revele y todo sea sangre y excrementos.

Es hora pues de cambiar el chip a modo catástrofe que parece el mas relacionado con la solidaridad y dejarnos de eufemismos que ya no engañan a nadie. Tenemos un enemigo común, pero no es el ahorro y tampoco la eficiencia, y debemos hacerle frente antes de que se active el modo guerra o el modo derrota y como en un trastorno bipolar pasemos de un optimismo fundamentalista a un derrotismo entregado.

Sobrevivir a un descenso brusco y brutal de la energía disponible para la sociedad ya no puede hacerse depurando procesos sino prescindiendo de ellos. La eficiencia por tanto, es un pilar básico tanto en la transición como en el establecimiento de un nuevo modelo. En cuanto al ahorro conviene recordar que no ahorramos para no consumir, sino para regular el consumo en el tiempo, ya sea para obtener potencia o para afrontar tiempos de escasez. La expresión "lo que no consumas tú, lo consumirá otro" no es necesariamente cierta ni negativa. Lo que sí podemos afirmar es que lo que nosotros consumimos ya no pueden consumirlo otros. Así, los recursos usados para restaurar un pueblo abandonado ya no podrán ser usados en construir o mantener autopistas. El combustible que usemos en la maquinaria para reforestar un erial y convertirlo en un bosque ya no podrá ser usado para talarlo. El dinero que gastemos en construir una escuela ya no podemos gastarlo en fabricar un tanque. La energía que usemos para la transición no podrá ser usada para mantener el BAU. El tiempo que dedicamos a trabajar por un mundo mejor ya no podrá ser pasto de la indolencia. Puede que esto resulte insuficiente para llegar a una meta pero siempre contará como paso hacia adelante. Los marcos de lo posible son entornos dinámicos que se van estrechando aceleradamente dejándonos cada vez menos opciones. Como a un vehículo al que se le agota el combustible cada vez podemos elegir menos lugares adónde ir. Al menos eso tiene la ventaja de que cada vez tenemos menos cosas sobre las que estar en desacuerdo... siempre que tengamos la información correcta.

Extracto de "Solución a la paradoja de Jevons", publicado en The Oil Crash 






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