Las algas marinas pueden dar mucho de sí como biocombustibles, esto es algo conocido, pero su potencial todavía está por definir. O quizás no. Según científicos británicos, seguir una serie de pautas en su cultivo bastaría para aumentar la productividad y obtener energía limpia de forma ilimitada.
Convertir el cultivo de algas en un biocombustible viable para el futuro será más fácil si se cosecha en verano, afirma esta investigación. Concretamente, se concluyó que es de importancia vital el mes elegido para la cosecha, siendo julio el mejor momento, justo cuando las algas contenían la mayor proporción de hidratos de carbono y el menor contenido de metal.
Las algas tienen la ventaja añadida de no precisar de extensiones de tierra para el cultivo, con el consiguiente riesgo de inseguridad alimentaria causado. Por contra, las algas no suponen perder producción agrícola, si bien queda en el aire el impacto marino que provocaría su masivo crecimiento.
Los resultados de la investigación han sido presentados hoy en la Sociedad para la Conferencia Anual de Biología Experimental en Glasgow, Gran Bretaña. Su importancia nos la explica Jessica Adams, científica ce la Universidad de Aberystwyth que dirigió el estudio:
Los biocombustibles de algas podría ser muy importantes en la producción de energía en el futuro. Los biocarburantes producidos por otras energías renovables como la energía eólica tienen el inconveniente de ser una fuente de energía difícilmente almacenable para utilizar cuando el viento cae.
Además, los ecosistemas marinos son un recurso sin explotar que representan más del 50 por ciento de la biomasa global. Las algas marinas pueden producir más biomasa por metro cuadrado de rápido crecimiento que las plantas terrestres, como la caña de azúcar.
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