Esta semana se han publicado varios informes sobre medioambiente. Los datos sobre el crecimiento de las emisiones de CO2 y el impacto que la situación financiera mundial tendrá sobre las políticas medioambientales y los precios de la energía, son los principales temas tratados. Además está la campaña norteamericana a la presidencia, en la que tanto McCain como Obama, han puesto especial énfasis en su política medioambiental, como punto clave para convencer a los últimos indecisos o intentar conseguir adeptos allí donde no los tienen.
De los informes y noticias varias que me he leído esta semana, de lo mejorcito, ha sido un informe de McKinsey (Fueling Sustainable Development) y otro de Deustche Bank (Necessity and Opportunity in Turbulent times). En ambos se aborda cuál será el futuro de las políticas verdes en una etapa de recesión económica mundial, que por ella misma está consiguiendo disminuir la demanda energética, y más en concreto la demanda de petróleo. Ambos informes ven una oportunidad clara en la inversión en energías verdes (renovables y eficiencia energética) como vía para activar la economía mundial, y más en concreto de los países desarrollados y generar puestos de trabajo que palien el creciente paro y permitan una reconversión de los puestos que cubre hoy en día la industria del petróleo y sus derivados.
Los dos informes, de una forma o de otra, recomiendan a los gobiernos gravar las emisiones de CO2 y crear un marco regulatorio que incentive el desarrollo de la eficiencia energética, el ahorro de energía y las inversiones en energía verde, a sabiendas de que esto encarecerá la energía en un momento de crisis mundial, y que habrá familias que no puedan acometer este incremento en la energía. Aun así los informes indican, que el gravar las emisiones, creará un entorno favorable a la inversión en investigación de nuevas tecnologías de eficiencia energética y fuentes alternativas de energía, que permitirá en el futuro superar la actual dependencia energética de los recursos fósiles y combatir el cambio climático.
Por otra parte muchas petroleras anuncian, que no serán capaces de mantener su nivel de producción en el 2009 (especialmente las de Reino Unido), y la OPEP ha anunciado ya recortes de producción en el 2009. Si la demanda se mantiene en niveles bajos, el recorte en producción no debería afectar a los precios, pero todo indica que la reducción en la producción será lo suficientemente importante, como para que el precio del petróleo vuelva a subir, a pesar de que esta semana pasada, después de un inicio de semana con subidas en el mercado de futuros del petróleo, terminó con bajadas que dejaron el precio del barril en los 60$.
Estamos en un camino sin retorno. Los recursos fósiles se agotan (no entro en el informe que también ha salido esta semana, "The Oil Crunch: Securing the UK's energy future" del UK Industry Taskforce on Peak Oil & Energy Security, con tintes claramente pesimistas pero muy realistas) y el modelo energético que ha permitido la revolución industrial y tecnológica del siglo XX, está llegando a su fin. Si el mundo no consigue superar su dependencia de los recursos fósiles, viviremos una recesión no sólo económica sino de nuestro estilo de vida. El petróleo no va a desparecer de la noche a la mañana, pero si no hay sustituto, habrá escasez, y aquellos que tengan las reservas, tendrán el poder.
Además, al proceso de agotamiento de los recursos fósiles, debemos unir el del cambio climático. Según Deustche Bank, en 2008 hemos alcanzado los mismos niveles de CO2 en la atmósfera que hace al menos 800.000 años (nos remontamos al pleistoceno). La polémica sobre si el cambio climático es o no cierto, parece que ha sido ya superada, y que la situación actual y la proyección para los próximos años, es peor, que los escenarios más negativos que se planteaban hace tan sólo cinco años. Los motivos:
- Crecimiento más rápido del previsto en las emisiones de CO2, debido a la fuerte demanda energética de los últimos años.
- Deforestación progresiva de la superficie forestal, en aras de la explotación maderera, la reconversión de masas de bosque a tierras de cultivo, la especulación y el crecimiento demográfico.
Tenemos que salir de la espiral en la que que estamos, y para ello tenemos que cambiar alguno de los factores que nos han traído hasta aquí.
- Debemos disminuir nuestro consumo de energía y hacer un uso más eficiente de ésta, lo que muchos llaman ya "la cuarta fuente de energía" (fósiles, renovables, nuclear y eficiencia)
- Debemos superar la dependencia de los recursos fósiles con nuevas energías renovables y limpias e invertir en "cleantech"
- Debemos eliminar cualquier fuente de energía que pueda suponer un perjuicio adicional, a los países en vías de desarrollo, como es el caso de los biocombustibles y el impacto al alza de los precios de alimentos básicos que ha supuesto en los últimos años....
... y muchos otros puntos, que aunque relacionados, no están 100% vinculados al tema de esta entrada y que intentaré tratar en otras entradas, de otros Domingos en los que tenga tiempo.
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