En 1903, Edison perdió su última oportunidad para introducir la corriente continua como estándar en la distribución eléctrica de EEUU. Ganó la corriente alterna. Un siglo más tarde, la CA parece tambalearse.
El aumento del consumo eléctrico de aparatos digitales de todo tipo, los ordenadores, iPhones, TV de pantalla plana, la iluminación con LED o a la incorporación del coche eléctrico son buenos motivos para que se reconsidere la distribución de CA.
Cualquier aparato que use transistores depende de la corriente continua, un flujo de electricidad en una sola dirección. Eso explica por qué todos esos dispositivos que tenemos en nuestros hogares necesitan transformadores para convertir la corriente alterna que sale de los enchufes (que cambia de dirección 120 veces por segundo) en corriente continua. Los transformadores generan calor en el proceso y suponen un despilfarro de energía.
Este tipo de aparatos electrónicos consumen ya una quinta parte de toda la energía eléctrica que se usa, según Greg Reed, director de la Iniciativa Electricidad y Energía de la Universidad de Pittsburg (EE.UU.) Reed afirma que el pronunciado aumento que está experimentando la corriente continua no se debe sólo al uso de ordenadores, sino también a la adopción generalizada de aparatos como los LEDs y los paneles solares (que producen electricidad en CC).
“En los próximos 20 años, puede que hasta el 50 por ciento de nuestros consumos totales sean de CC”, afirma, “está creciendo aún más rápido de lo que esperábamos”.
Con un número cada vez mayor de aparatos que usan y generan corriente continua, Reed afirma que llega una gran oportunidad para ahorrar energía. Si se distribuye electricidad en CC a los aparatos de CC en vez de convertirla en CA por el camino, se evitarían importantes pérdidas de energía que tienen lugar cada vez que se convierte la electricidad.
Otro factor que está haciendo crecer la demanda de CC son los data centers. Las grandes torres de ordenadores consumen un 1,3 por ciento de la electricidad mundial, y esa cifra está creciendo rápidamente. La electricidad entrante es CA y hay que transformarla.
Para expertos como Reed, resulta inevitable que acabe imponiéndose la CC. Señala que cada vez más líneas de transmisión usan CC, porque las líneas de alto voltaje de CC son más fáciles de controlar y tienen menos pérdidas que las líneas de CA. Las líneas de larga distancia suelen ser la clave para alcanzar fuentes de energías renovables como la solar y la eólica, situadas lejos de las ciudades, los focos principales de consumo eléctrico.
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