la ética detrás de los biocombustibles deja mucho que desear

La gasolina y el gasoil son la forma de energía más versátil. Al contrario de lo que ocurre con cualquier otra fuente de energía, los derivados del petróleo son fácilmente almacenables y transportables, tan fácil, que son los que mueven el transporte en el mundo ¿Qué hacer cuando ya no haya petróleo? Parece que gran parte de los esfuerzos que se están haciendo en la investigación de nuevas fuentes de energía, tienen estas premisas. Desarrollar un producto:

1. Que tenga unas características similares a las del petróleo

2. Que se pueda usar en maquinaria que hoy funciona con petróleo

La solución a estas dos premisas está en los biocombustibles. En aras de conseguir sustituir el petróleo con algo, lo que sea, los Gobiernos, sobre todo el de USA, están invirtiendo cifras astronómicas en empresas que desarrollan transgénicos que aseguren un rápido crecimiento de las cosechas, para poder producir más biocombustible, o en empresas que han conseguido un biocombustible apto para jets

El mundo quiere energía líquida. Que la máquina no pare y para ello, mientras los Gobiernos invierten sin tener en cuenta ningún tipo de consideración ética sobre el uso y las implicaciones del desarrollo desmedido de los biocombustibles, los fondos de inversión y demás fortunas, se dedican a comprar a derribo tierra en el tercer mundo, para deforestar, desplazar a la población, empobrecer la zona, exportar la producción y parcelar en terrenos 'bio'.

Sé que los biocomustibles son necesarios. Existe un parque de transporte excesivamente grande como para dejarlo caer, pero los esfuerzos deberían volcarse en la investigación de producción de biocombustibles a partir de organismos cultivados arficialmente, uorganismos creados de forma artificial. Los biocombustibles no pueden basar su desarrollo en:

- La deforestación
- La disminución de superficie cultivable para consumo humano
- La aceleración de la crisis alimentaria
- El uso de agua potable para generar energía
- La creación de organismos transgénicos que ocuparán extensiones de tierra antes dedicadas al cultivo para alimentación humana

No todo vale. Sustituir el problema de agotamiento de los recursos fósiles por un problema mayor en forma de aumento de desigualdades en el mundo, empobrecimiento de amplias zonas del planeta, aceleración de la crisis alimentaria, sólo aumentará la brecha ecológica y social en la que unos pocos países viven a costa del resto.





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