encuentran una nueva forma para almacenar la energía solar


Siempre es bienvenida cualquier novedad sobre el eterno problema de las energías renovables: su almacenaje. Suena demasiado bonito, pero podríamos estar hablando de la solución definitiva para guardar el calor del sol. El MIT afirma haber dado con una forma viable de hacerlo, gracias a un nuevo uso de los nanotubos de carbono, diminutas estructuras tubulares de carbono puro, en combinación con un compuesto llamado azobenceno

Esta nueva manera de almacenar los excedentes de energía solar - que descarta convertirlo a electricidad o almacenarla tal cuál- la harían posible un nuevo material químico que supera los problemas de los anteriores, permitiendo, esta vez sí, retenerla durante largo tiempo sin pérdidas.

¿Dónde está el secreto de este hallazgo? Se ha logrado dar un paso más en el descubrimiento del pasado año por el mismo MIT, cuando varios científicos dirigidos por el profesor Grossman dieron con la mejor arma química que permitía almacenar y revertir luego lo almacenado en forma de energía solar, una molécula llamada fulvalene diruthenium.

Su resistencia a la degradación lo hacía idóneo para tal uso. Pero aún era pronto para lanzar las campanas al vuelo. Faltaba justo lo que se ha logrado ahora: comprender mejor este proceso para dar con otros compuestos hechos de materiales más abundantes y baratos para ser utilizado del mismo modo.

Grossman y el postdoctorado Alexie Kolpak han silo quienes han dado con este material que combina los nanotubos de carbono con el compuesto azobenceno, y los detalles del hallazgo se publicarán en el próximo número de la revista Nano Letters.





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